Distribución de la Jornada de trabajo y la distribución de
horas para el desarrollo del proceso de aprendizaje
En el marco del presente documento normativo, la jornada de
trabajo del docente se organiza de manera flexible en función de las
necesidades y demandas de los estudiantes, respetando la jornada laboral
prevista en el artículo 65 de la Ley de Reforma Magisterial, modificado por la
Ley N° 30541 y en el artículo 138 del Reglamento de la Ley de Reforma
Magisterial, aprobado por Decreto Supremo N° 004-2013-ED. En el caso de los
profesores contratados, se considera la jornada máxima prevista en su contrato.
Para cubrir las vacantes semipresenciales en las secciones
de secundaria en EBR y ciclo avanzado en EBA, la comisión de cuadro de horas de
la IE asignará la distribución de horas, de acuerdo con los procedimientos
determinados en la normativa referida a la elaboración y aprobación del cuadro
de distribución de horas pedagógicas que se encuentre vigente en el año que
corresponda. La cobertura de las horas se sujeta a los procedimientos
establecidos en la norma de contratación docente.
Para la atención de los estudiantes de IIEE con vacantes
semipresenciales, el director, en coordinación con los demás actores y en un
marco de flexibilidad, organiza el trabajo pedagógico considerando lo
siguiente:
‐ Los estudiantes del ciclo I y II, en el
mes de marzo e inicios de abril requieren adecuarse a la vida escolar; por
tanto, no deberán permanecer más de 3 horas pedagógicas en las jornadas presenciales
ni más de una hora diaria realizando actividades sincrónicas.
‐ La distribución de las horas y la
secuencia de las interacciones pedagógicas tienen en cuenta el tránsito y la
articulación entre niveles educativos y modalidades, así como sus necesidades
de aprendizaje. En ese sentido, es importante considerar que:
‐ Los estudiantes del ciclo II del nivel
inicial de la EBR requieren interactuar y estar acompañados mayor tiempo por el
docente, priorizando en dicha interacción el recojo de saberes y el soporte
socioafectivo con privilegio del movimiento, la exploración, el juego, la
comunicación, las interacciones afectivas y la generación de seguridad mediante
el desarrollo de pequeños proyectos, con mayor tiempo y calidad en la comunicación
con las familias para la continuidad o la complementariedad de las acciones
pedagógicas a distancia.
‐ Los estudiantes del ciclo III del nivel
primaria de la EBR requieren interactuar mayor tiempo con los docentes. En ese
sentido, se les propone la creación de escenarios diversos de interacción y de socialización,
a través de medios físicos y virtuales que favorezcan la alfabetización inicial
o la adquisición de la lectura y escritura, en el marco
del uso social del lenguaje y el desarrollo del pensamiento
lógico matemático apoyados en situaciones cotidianas que vivan en casa y de recursos
lúdicos de su contexto o entorno cercano. En este ciclo se desarrolla la
autonomía del estudiante con ayuda de la familia, el docente o el mediador.
‐ Los estudiantes de los ciclos IV y V
del nivel primaria, progresivamente, van afianzando su autonomía. Las
interacciones que se den entre docentes y estudiantes deben proponer la
realización de actividades que enfatizan en el desarrollo de las competencias
comunicativas y matemáticas y, a partir de estas, permitir el desarrollo de
competencias vinculadas a otras áreas curriculares y una mayor comprensión
holística
de la realidad del estudiante.
‐ Los estudiantes de los ciclos del nivel
secundaria de la EBR desarrollan sus competencias y potencialidades para
ejercer y estructurar el pensamiento formal y simbólico con autonomía desde su
contexto sociocultural. Las interacciones que ocurran entre docentes y
estudiantes deben enfatizar en actividades que promuevan el desarrollo del pensamiento
abstracto y de aprendizajes más profundos, de preferencia, en las primeras
horas de la mañana en las que hay mejores posibilidades de concentración y con
intervalos adecuados durante la semana.
Asimismo, la distribución de las horas tendría que
responder a la articulación de las áreas curriculares cuyas metodologías de
aprendizaje aplican a la formación de grupos y la fluida interacción entre los estudiantes.
‐ Los estudiantes de EBA desarrollan
competencias que posibilitan el fortalecimiento y la autoafirmación de su
identidad como persona y grupo social, de modo que puedan asumir nuevos retos y
procesos de aprendizaje de manera autónoma. En el ciclo inicial los estudiantes
requieren una mayor interacción con los docentes, pues se encuentran
en un proceso de alfabetización inicial o adquisición de
lectura y escritura, considerando situaciones comunicativas en función de las
actividades que desarrolla el estudiante en su vida cotidiana. En el ciclo
intermedio se consolida el desarrollo de las competencias comunicativas y matemáticas
de manera instrumental para el desarrollo de competencias vinculadas con otras
áreas curriculares que le permita sostener procesos
de autoaprendizaje. En el ciclo avanzado se continúa con el
desarrollo de las competencias que posibilitan al estudiante poseer un nivel de
competitividad para la interacción social, inserción laboral y mejora del desempeño
en el trabajo o reorientación en sus proyectos de vida.