Evidencias. Producciones y/o actuaciones
realizadas por los estudiantes –en situaciones definidas y como parte integral
de su proceso de aprendizaje– mediante las cuales se puede interpretar e
identificar lo que han aprendido y el nivel de logro de la competencia que han
alcanzado con relación a los propósitos de aprendizaje establecidos, y cómo lo
han aprendido.
¿Qué sabe hacer o qué ha aprendido el
estudiante?
Es a partir de las experiencias de
aprendizaje, que los estudiantes desarrollan o usan recursos (conocimientos,
habilidades, actitudes), lo que nos dará evidencias del desarrollo de sus
competencias.
Mediante las evidencias, el docente
podrá determinar el desarrollo de diversos aspectos o recursos implicados en
una competencia, mientras avanza el proceso de enseñanza y de aprendizaje. Al
cabo de un tiempo adecuado en el proceso de enseñanza aprendizaje, existirán
nuevas evidencias que permitan conocer si el estudiante ha progresado en el
desarrollo de sus competencias.
Las experiencias de aprendizaje
planteadas deben cumplir dos condiciones:
• que demanden emplear competencias, lo
que implica que no pueden ser afrontadas en periodos breves de tiempo dada su
complejidad;
• que, en la medida de lo necesario y lo
posible, reproduzcan o reflejen la realidad.
En conclusión, para saber qué ha
aprendido cada estudiante o qué nivel de logro alcanzó en su competencia, es
indispensable contar con evidencia que nos dé cuenta de qué sabe hacer el
estudiante en relación con los criterios de evaluación establecidos para
evaluar el aprendizaje.